Cómo elegir la medida correcta para tus piercings.

¿Qué significa cada medida de un piercing?

Cuando se habla de las medidas de un piercing, se suelen mencionar tres factores principales: largo, grosor (o gauge) y diámetro. Vamos a desglosar cada uno:

• Grosor (Gauge): Es el grosor del aro o barra del piercing, y se mide en números Gauge. Mientras menor es el número, mayor es el grosor del piercing. Por ejemplo, un piercing de 14G (Gauge) tiene un grosor de aproximadamente 1.6 mm, mientras que un piercing de 18G tiene 1.0 mm de grosor. Los piercings más gruesos (como 10G o 8G) son comunes en perforaciones de cartílago, mientras que los más finos (como 20G) son comunes en perforaciones de oreja o nariz.
• Largo: El largo se refiere a la longitud de la barra o vástago que atraviesa el piercing, desde un extremo del piercing hasta el otro. El largo es crucial para la comodidad, especialmente cuando la zona perforada está inflamada.
• Diámetro: Se refiere al diámetro del anillo en el caso de un piercing circular (como en un piercing de ceja, septum o labio). El diámetro correcto garantiza que el anillo se ajuste cómodamente sin apretar ni dejar mucho espacio.

Cómo elegir la medida adecuada según el tipo de piercing?

Cada tipo de piercing tiene una medida recomendada dependiendo de la zona y el tipo de joya. Aquí te damos algunas orientaciones generales:

• Piercing de oreja (lóbulo): Para un piercing en el lóbulo de la oreja, el tamaño más común es 20G (0.8 mm) o 18G (1.0 mm). Sin embargo, si recién te perforaste el lóbulo, es mejor empezar con un 16G (1.2 mm) o 14G (1.6 mm) para mayor comodidad durante la curación.
• Cartílago (tragus, helix): Los piercings en el cartílago suelen tener un grosor de 16G (1.2 mm) o 14G (1.6 mm), dependiendo de la zona. El grosor también puede influir en la duración de la cicatrización, ya que los piercings más gruesos suelen cicatrizar un poco más lentamente.
• Nostril y septum: Los piercings en el septum o nariz suelen utilizar joyas de 16G (1.2 mm) a 14G (1.6 mm). Los septum a menudo requieren un largo más largo al principio para evitar que la joya apriete la zona inflamada.
• Piercing de ceja y labio: Para estos piercings, las joyas suelen ser de 14G (1.6 mm) a 16G (1.2 mm) dependiendo de la anatomía de cada persona.
• Piercing de ombligo (navel): El piercing de ombligo, o navel, generalmente utiliza un grosor de 14G (1.6 mm). El largo del vástago puede variar, pero suele ser de 10 mm a 12 mm al principio para dar espacio para la curación. Es importante tener en cuenta que, debido a la ubicación, el largo de la joya debe ajustarse según tu cuerpo, especialmente si hay inflamación o cambios en la zona durante la cicatrización. Por ejemplo, si tienes un abdomen más curvado, una joya ligeramente más larga podría ser necesaria para adaptarse mejor a tu anatomía, pero siempre busca que no sobresalga demasiado.

El largo de la joya al principio: más largo es mejor

Al principio, es fundamental que la joya elegida para tu piercing tenga un largo mayor. Esto se debe a que la zona perforada estará inflamada durante los primeros días o semanas, y una joya demasiado ajustada podría causar molestias, irritación o incluso infecciones. Al optar por una joya ligeramente más larga, aseguras que el piercing tenga suficiente espacio para respirar y sanar correctamente.

El cambio a una joya más corta después de la curación

Una vez que la zona perforada se ha curado correctamente, generalmente entre 6 a 12 semanas, es el momento de cambiar la joya por una más corta. Este cambio es importante porque una joya más larga puede sobresalir demasiado, lo que aumenta el riesgo de enganches accidentales y molestias innecesarias. Además, una joya más corta proporcionará un ajuste más cómodo y estéticamente agradable.